Ya que tenemos una gran variedad de aceites naturales con buenas propiedades para el tratamiento de la piel o el pelo por que no usarlos, entre ellos esta el aceite de argán.
Hay mucho para comentar sobre el aceite de argán y sus beneficiosas propiedades para nuestra piel y bienestar principales del aceite de argán, el árbol o cómo saber si es puro.
Propiedades del aceite de argán en la cosmética
Al igual que la Rosa Mosqueta, el aceite de argán es un principio activo muy versátil. Se puede aplicar tanto sobre la cara, como en el cuerpo y el cabello. Cuando se utiliza con fines cosméticos, se debe obtener mediante prensado en frío, y no se tuesta para que no pierda sus propiedades. Vamos a verlas más en detalle:
En la cara
- Es hidratante, los ácidos grasos insaturados son responsables de conservar la estructura celular para retener el agua. El argán es rico en estos ácidos grasos, que mantendrán una hidratación óptima.
- Nutre intensamente, la elevada presencia de vitaminas antioxidantes como las vitaminas C o E, también conocida como tocoferol, y otros nutrientes esenciales, cuidan las diferentes capas del cutis. Además, como son antioxidantes, neutralizan los radicales libres y evitan su formación si te lo aplicas diariamente.
- Es un potente antiedad y regenerador, la acción antioxidante de las vitaminas ayuda a restaurar el metabolismo natural, reduciendo las arrugas, mejorando el estado de la piel y conservándola suave y tersa.
- Penetra fácilmente y no obstruye los poros, actuando en las capas más internas.
- Los dermatólogos lo recomiendan para tratar el acné leve, la psoriasis y otro tipo de problemas relacionados con la piel. Aún así, antes de comenzar cualquier tratamiento de este tipo, es aconsejable que acudas a un profesional para que marque las pautas del mismo.
En el cuerpo
- El aceite de argán también se usa en cosmética corporal. Una de sus principales aplicaciones consiste en su extensión por las estrías, porque se ha visto que puede reducirlas.
- Produce un efecto de relajación en las quemaduras superficiales de la piel gracias a su efecto cicatrizante. Muchos masajistas adoran este aceite porque la hidrata, nutre y suaviza.
- Las embarazadas aplican aceite de argán durante el embarazo para calmar las estrías.
- Fortalece las uñas débiles con tendencia a quebrarse
En el pelo
- En tratamientos capilares, la cosmética con aceite de argán aporta brillo y fortaleza al cuero cabelludo, lo hidrata y como resultado se obtiene un cabello con el volumen ideal.
Puedes encontrar más información en la sección aceite de argán para el pelo, donde encontrarás un truco fantástico para dejar tu cabello liso en poco tiempo utilizando el argán como remedio natural.
El árbol de argán, también conocido como Argania spinosa
Declarado Patrimonio Universal por la Unesco en 1998, es uno de los árboles que posee mayor resistencia a la sequía, está adaptado a vivir en climas casi desérticos. Esto se debe a que puede desarrollar unas raíces de gran longitud para obtener agua de las profundidades de la tierra. Natural de Marruecos, el árbol de argán puede llegar a vivir más de 200 años. Es corpulento y con el tronco en forma de tornillo. A veces sobrepasa los 10 metros de altura.
En un lugar escaso de precipitaciones, el árbol de argán contribuye manteniendo la humedad del ecosistema almacenando agua. Si la sequía es extrema, pierde las hojas para retener al máximo el agua y evitar la pérdida por transpiración, y las recupera posteriormente.
Los frutos tienen forma aceitunada, germinan en época estival. Dentro de la almendra se encuentran sus semillas, que varían entre una y tres, de las cuales se extrae el aceite de argán.
Antaño, los frutos eran recolectados por las cabras, que se subían al árbol sapotáceo, los ingerían y de vuelta al corral los regurgitaban y expulsaban. Obviamente ya no se practica este tipo de recolección por razones de calidad y seguridad. De hecho los árboles se podan para evitar que las cabras puedan trepar por las ramas.
Víctima de la sobreexplotación humana, los cultivos intensivos y el urbanismo, actualmente se encuentra en posible peligro de extinción a largo plazo. La demanda de su aceite no para de aumentar en los últimos años y con el crecimiento de la población mundial es probable que continúe así. Cada año se pierden cientos de hectáreas ocupadas por este árbol, y es la última esperanza frente a la desertización del Sahara.
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